Piscis es una constelación tenue, por lo que cuesta verla en el cielo de nuestras ciudades. La constelación alberga actualmente el equinoccio vernal, punto de intersección entre la eclíptica y el ecuador celeste que marca el comienzo de la primavera astronómica. Antaño, este punto se hallaba dentro de la constelación Aries, pero se ha desplazado debido a la precesión del eje terrestre.
Piscis está asociado a los dioses Afrodita y Eros, que lograron escapar del monstruo Tifón al arrojarse al mar y transformarse en peces. Al parecer, el mito tiene su origen en Sumeria, donde los peces de la constelación aparecían atados con dos pequeñas cuerdas. De hecho, si miramos de cerca los cielos muy oscuros, podemos apreciar dos pequeños círculos de estrellas unidos mediante dos frágiles cadenas estelares.
El único objeto de cielo profundo que debemos mencionar es la galaxia espiral M74. Su tamaño es un 20% inferior al de nuestra Vía Láctea y dista de nosotros un poco menos de 35 millones de años luz. Puede observarse con la ayuda de un pequeño telescopio.