Géminis es una de las constelaciones más fáciles de ver en invierno, incluso en ciudades afectadas por la contaminación lumínica, gracias a sus brillantes estrellas Castor e Pólux. La constelación es conocida por albergar una importante lluvia de meteoros conocida como las gemínidas, un abundante aluvión de rocas ardientes que alcanza su punto álgido a mediados de diciembre.
La mitología griega daba el nombre de Dioscuros (o Géminis, gemelos celestiales) a los gemelos Cástor y Pólux, hijos de Leda de Esparta, que los había concebido, al mismo tiempo, tanto con su marido Tíndaro como con Zeus. Como resultado de este prodigio, Leda dio a luz a cuatro hijos, dos de ellos inmortales (Pólux y Helena) y otros dos mortales (Cástor y Clitemnestra). Tras la muerte de Cástor, Pólux rogó a Zeus que le concediera la mortalidad de que gozaba su hermano, a lo que Zeus accedió, colocando a ambos hermanos juntos en el firmamento.
Aunque, a simple vista, el cúmulo abierto M35 puede parecernos una nebulosa, con la ayuda de unos prismáticos logramos distinguir sus estrellas. Este objeto se encuentra a 2800 años luz de la Tierra y su masa equivale a unas 3000 masas solares.
Otro astro interesante es NGC 2392, también llamada nebulosa Esquimal e incluso nebulosa Cara de Payaso. Recibe el nombre de Esquimal debido a la corona de gas que la rodea, semejante en las fotografías a la capucha de los abrigos que suelen vestir los inuit de Groenlandia.